miércoles, 8 de noviembre de 2017

14º Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) (1)

"Loveless" [***½], de Andréi Zviáguintsev (Selección EFA)
Un peldaño por debajo de la monumental “Leviatán" (2014), pero el cineasta ruso Andréi Zviáguintsev nos vuelve a regalar otra gran película, también a vueltas con el deterioro moral de la sociedad rusa y del supuesto estado de bienestar, que parece alienar al individuo y potenciar su egoísmo hasta límites dificílmente comprensibles. Y es que este relato áspero, seco y duro en torno a la separación de un matrimonio que, enfrascado en odiarse y reprocharse todo lo imaginable y más ocupado de rehacer cada uno sus vidas sentimentales, se olvida de que tiene un hijo de corta edad al que cuidar y amar (pocas veces un título fue tan ilustrativo) hasta el punto de que este opta por desaparecer, te deja un mal cuerpo y una sensación de impotencia e indignación ante tamaña demostración de egoísmo que te dan ganas de renegar de la condición humana...

"Tierra firme" [***½], de Carlos Marqués-Marcet (Sección Oficial)
Agradable e inesperada sorpresa la que me ha deparado el segundo trabajo de Carlos Marqués-Marcet, teniendo en cuenta que no soy de los que celebraron su debut con la lánguida y bajonera “10.000 Km” (2014). Una equilibrada “dramedia” con un sentido del humor fresco y actual, divertida y sensible a partes iguales, que aborda la realidad de los nuevos formatos familiares y la no tan nueva necesidad de madurar y pisar esa tierra firme que la vida nos tiene preparada (acertada metáfora ligada al hecho de que el trío protagonista, buen trabajo el suyo, viva en un barco recorriendo los canales londinenses). Altamente recomendable, me agradaría que tuviera un mayor recorrido y reconocimiento del que intuyo va a tener...


"Jupiter's Moon" [***], de Kornél Mundruczó (Selección EFA)
Atrevida y original fábula humanista que combina denuncia social, leitmotiv fantástico y elementos de thriller policíaco. El resultado de todo ello no acaba de ser redondo, pero sin duda reúne el valor suficiente como para ser tenido en cuenta, máxime si fuéramos capaces de poner en práctica la enseñanza última que nos transmite, el de recuperar la confianza y la fe en nuestros semejantes (o en un ser superior, igual da). Un uso abusivo del primer plano y del movimiento de cámara incomodan el visionado de este valioso, crítico y, por momentos, descorazonador trabajo del realizador húngaro Kornél Mundruczó (“White God”, 2014).

"Bajo la piel de lobo" [**], de Samu Fuentes (Sección Oficial - Fuera de competición)
La ópera prima de Samu Fuentes es un drama naturalista pretendidamente original en cuanto a querer transmitir muchos sentimientos con un guión escaso, apoyándose en su fotografía y los incomparables escenarios donde está rodado. Pocas veces lo consigue, porque si bien queda clara la necesidad que tiene el personaje del, una vez más, desacertado Mario Casas (increíble que si tiene quince líneas de diálogo en todo el filme no se le entienda la mitad por su inexistente dicción) de aliviar su soledad como único habitante de un pueblo abandonado en las montañas, por un lado, y su posterior incapacidad para convivir con otro ser humano tan habituado como está a ella por otro, todo resulta mecánico, sin demasiada emoción y con algunos elementos poco justificados o creíbles. Aun así, y a pesar de que su aparente punto fuerte como es la fotografía tampoco resulta deslumbrante, se deja ver con facilidad y no aburre, lo cual ya es algo...

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