"El buen patrón" [****½], de Fernando León de Aranoa (Sección Oficial)
Magistral se muestra León de Aranoa en esta historia a medio camino entre el cine social, el costrumbrista y la sátira, en la que seguimos los pasos de un empresario autocalificado como "bueno", de actitud paternalista con sus empleados y del que enseguida comenzamos a ver los descosidos de su supuestamente intachable comportamiento. Cabe decir, desde luego, que la película alcanza mayores vuelos todavía gracias a un Javier Bardem absolutamente brillante, que compone uno de esos personajes que pasan inmediatamente a la historia. Pero, aún por encima de todo, destaca de "El buen patrón" un guión inteligentísimo que sabe ponderar muy bien los distintos tonos de la trama para abarcar desde la comedia hasta el drama sin apenas despeinarse y dejando al espectador maravillado por la obra que se despliega ante sí, tan compleja y tan creíble, desgraciadamente tan conocida y tan sufrida por muchos.
Tirando de los instintos más básicos, como son la maternidad y la lucha por la libertad vital, Martín Cuenca teje una entretenida e impactante historia de tensión dosificada y creciente, en la que una pareja (él, tutor de chicos problemáticos) esconde en su casa aislada de la sierra a una joven embarazada del centro de menores, en el acordado trato de cuidarla hasta que dé a luz y luego les entregue el bebé. El problema llegará cuando se presente el novio de la chica y ambos reclamen al recién nacido. Se desata entonces una lucha visceral bastante a lo Peckinpah.